domingo, 10 de julio de 2011

A mi ventana

El aire me trae recuerdos a ti.
Mientras hago a punto doble una manta,
para refugiar mi alma herido.
Andas entre dos aguas…
Ignorando que no hay otra como yo.
A mi ventana, ruegas ahora los claros de los días,
los mismos que tu soberbia, encapotó de hiel.
Lástima larga fue tu demora.
Pecando de orgullo, entre dientes lágrimas asoman.
No hay lana que desprenda el calor de tus abrazos.
En la intemperie se erosiona mi cuerpo.
No tengo el abrigo de tus brazos que amurallaban mi cuerpo.
Ese calor tan cercano, de tus húmedos labios, en mi espalda gozando.
¿Por qué no puedo creerte?
Si te estoy deseando...
Urbana 7.
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual

1 comentario:

  1. No puede haber otra como tú. Y seguro que el lo sabe. Preciosas líneas y preciosa foto que invita a asomarse a la vida y al mundo.
    Felicidades de nuevo por hacernos viajar contigo.

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