miércoles, 13 de julio de 2011

Ni te quiero, ni te odio ¡QUE VUELE EL DESEO!

Ni me muero por ti, ni yo soy tu reina…
Por ti no perderé la cabeza,
Hace mucho tiempo que acoracé con lanzas mi fortaleza.
Sin cariño, sin ternura pero dime acaso ¿no vence la lujuria?
Si hay preguntas oirás presentes de horas continuas frías notas y bravura caliente… Si la hoguera quema y las ascuas se quedan colgadas buscamos con furia la salida de emergencia…
Que descalabro derramar dulzura en la pasión de dos fieras heridas que dicen no querer cariño por no hacer más heridas. El salitre cubre la pintura de los antifaces que ambos se ponen para no ver que ya de por si la vida es dura…
No mas preguntas, o sabrás la parte mas terrenal la menos propicia del verbo desear. Conjugarás mal y perderás los minutos de un presente que alberga donde el continuo sin pecado se hace cada vez mas existencial.
Contigo no hay sueños, no podría dormir y bien sabes que no daría tiempo a soñar…
Calla, solo pasa una vez no perdamos en un instante lo que tanto tiempo tardo en llegar arder…
Urbana 7.
Mundy, Que nadie diga lo que debemos sentir, pero que no se sufra solo se goce de un momento y de lo que quede por venir.
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual

2 comentarios:

  1. A pesar de las mascaras que cubran la dureza de la vida, si hay deseo entre quienes -como fieras- se juntan en un placer sin limite alguno.

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  2. Que bien has descrito la filosofia Carpe Diem, en ciertas cosas no se puede programar, hay que vivir el presente y el deseo es una de ellas, no preguntes, no intentes entender, sólo vivelo, disfruta, dejate llevar.

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