Nos damos lo que nos falta, nos quitamos lo que nos pesa. Armando el bagaje de lo interesante, descartando lo que no queremos. Cubrimos la soledad los fosos de los amargos recuerdos con abrazos y besos.
Tú de oscuro al sol mirándote de lejos, yo comiéndome el cielo para que tus ojos me hagan sombra. Mis dientes que alumbran el recorrido de los ángeles dientes que rozan la oreja para susurrar vientos del sur. En la parada de tu cuello veo mi mañana, que será tu hoy, porque por placer te quedarás a mi lado.
En el patio del retiro hay un banco que espera con un coto de dos, con la burbuja invisible del deseo, que esta esperando a que vuelvas…
Al paraíso que tiene dos soles y dos mares dorados, con dos atardeceres para cada sol y una nube para salir volando donde la aurora tarda en salir. Si de un golpe se rompen las velas del velero de nuestros sueños navegaremos a contracorriente, solo nos damos aire para vivir en un mundo que nos afilia a una rutina. Esperaremos en el balcón del mar esperando que baje la marea para bajar a la orilla donde nos damos lo que la verdad esconde y alberga en nuestros ojos y calma nuestros corazones.
Urbana 7.
Mundy, hoy el cubrir un día con ilusiones es lo más grande que conseguimos vivimos deprisa sin dar importancia al compartir las emociones.
Se puede ver en un día de nubes un sol si los vemos en compañía y queremos ser felices. Nada es negro nada es blanco, solo depende de ti…
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Todo amor que no sea compartido, evita que haya complicidad, y si no la hay, no funciona.
ResponderEliminarEn el amor hay que superar todo, hay que empequeñecer los defectos y engrandecer las virtudes.
Si uno de los dos da mucho más que el otro, a la larga irá apagando la llama.