Saldré en busca de tus ojos
esclava de tu mirada y hechizada de tu boca.
Presa del pecado que traigas para mí.
Seremos marea brava,
compás apretado y un solo cuerpo.
Yugo incandescente, forajidos amotinados
en el frente del mismo deseo “un segundo por un todo”
Llevaré tu aroma en mi piel, grabado con la calentura de tus manos.
Permanecerá tu olor impregnado en mis sueños.
Amapolas brotan en las calles cuando estamos juntos la primavera a nuestra merced, venga sal a la calle y búscame.
Sueño contigo, ya sabes que dónde huela azahar y el sol despunte allí estaré.
Esos ojos, de ellos quiero ser la dueña, por un minuto la más feliz de las plebeyas. No quiero ser reina, prefiero sentir como late un corazón de verdad…
Quiero darte el paraíso, bocanadas de aire fresco.
Dar a tu vida lo mejor…
Compartir ese puñado de besos…
Y un lienzo en blanco para pintarlo con mis ilusiones.
Urbana 7.
Mundy: Cada día veo en la estación encuentros de “amantes amigos” que mediante miradas se buscan en un andén. La pasión mueve la pesada roca innegociable de la rutina.
La esperanza viaja en trenes de cercanías, el siguiente tiene parada cerca
¿Montáis? Venga os espero, vamos urbanos y urbanas, el destino lo marcaran los sueños…
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual
Quien pudiera decir que tiene un amor así, es vida, es sueño, es ilusión, todo ello es imprescindible para vivir.
ResponderEliminarSi lo has escrito pensandoenalguien sólo te deseo que nunca lo olvide y sepa corresponder como se merece a tanto amor y pasión.
ojala te encontrara,....sin buscarte.... eres poesia
ResponderEliminarMi cancionero sin voz
ResponderEliminaremocionado de verte
triunfador de los caminos
por donde el pasado vuelve,
loco de júbilo, rasga
la dura corteza verde
para que broten gloriosos
surtidores de laureles.
Tu corazón luminaria
que de alborozo se enciende,
sube al cielo y se derrama
en estrella de cohetes.
En la inusitada fiesta
absorta mira la gente
la mustia flor antañona
que hogaño se reverdece,
y en la cándida mirada
enternecida se mueven
imágenes que dormían
su pesadumbre de fiebre.