De Madrid al Cielo

Mientras partía el tren solo podía pensar en ti. En ese momento tan casual…

Tu mirada y la mía fundiéndose descaradas, rozando el aire que estremece nuestros cuerpos.

Buscando el resquicio donde la pasión da la vuelta y se esconde el deseo que día tras día fue sedimento. Ser testigos de cómo nuestras sonrisas colman el pozo rebosante de la gloria de nuestros besos…

Miro por la ventana y el sol me sigue, como tu voz cuando a mi cuerpo mitigas después de hacer el amor.

Al detenerse el tren noto que mi alma se encoge, estoy ya en Atocha, bajo del tren con paso firme, pensando en entre vías tu cuerpo entre la gente.

Me pongo carmín en los labios y coloco mi pelo mi perfume se impregna en las yemas de mis dedos mientras avivo mis rizos.

El esperar tanto tiempo y saber que estás ahí tan cerca de mí, me hace volar sobre un cielo de mil estrellas, y tu estás en todas ellas.

Cojo otro metro a Gran Vía, destino Puerta de Toledo, y recorro las calles del Rastro.

Allí compro ese disco de vinilo del mítico Fran Sinatra, para escucharlo juntos.

Mi sonrisa nerviosa dibuja el dogma de fe y esperanza por verte y estar a solas.

Mecida por el vaivén del vagón del metro, cierro los ojos y ya te tengo conmigo mi amor, mí compañero.

Falta poco mi pulso se acelera, intento abrirme paso entre la Plaza Cascorro, una avalancha humana no me deja avanzar, pero me abro camino ya te siento muy cerca de mí.

Pero se me hace eterno y como en una nebulosa te veo al fondo y no lo pienso ni un segundo, grito tu nombre…

Tantas veces había imaginado ese momento que corro a ti como una pequeña en fiesta de reyes. Te abrazo de manera efusiva pongo tu cara entre mis manos y no dejo de mirarte.

Tu mueves la cabeza y no dejas de mirarme mientras me besas recorremos Sol juntos.

Mis ojos se asoman a los tuyos en balcones encendidos que no era mas que mi pecho que bramaba por el tuyo.

Te llevo al desván donde los minutos se hacen eternos y en un rincón furtivos y despojados de culpa damos rienda suelta a la pasión tan fuerte en dos corazones tan serenos que necesitan de esa locura…

Me mojo los labios para llevar tu sabor atrapado siempre que yo quiera.

Y me marcho sin decir adiós odiamos las despedidas, un beso lo dice todo, calla lo que se siente y cura la espera.

De nuevo me veo en el tren cierro los ojos y se repiten las imágenes de nuestra despedida ¿habré soñado?

¿Es todo un sueño o te tenido en mis brazos?

“De Madrid al cielo” hasta que tú amor, quieras…

Urbana 7.

Mundy, feliz año nuevo, que bonita forma de empezar el año que con una historia de amor ¿encuentro o sueño?

Urbanos, Urbanas, todos hemos tenido sueños o hemos pensado finales mas bonitos para muchas historias, aquí es nuestro espacio para soñar.

Espero que os guste y seguir agradando con lo que escribo, decirme y dejo la pregunta en el aire ¿Cuántos sueños tenéis a medias? Venga coloreemos el final; se trata de soñar, de pensar en que no hay nada imposible…

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