lunes, 11 de julio de 2011

Camino de la Gloria

Escampó y encontré el camino  que me llevó a la gloria.
Un cielo limpio me abría paso a una noche de tormenta, sin miedo empecé el día, no miraría hacia atrás.
No recuerdo ya la fecha ni el sitio dónde dejé olvidada la mochila de tu dolor pero no eché en falta tampoco tus besos en la mañana.
Un pequeño me sonreía y yo me adorne el cabello con su sonrisa a modo de diadema, ese calor tan cercano hizo especial mi jornada.
Me di cuenta que vivía ajena a un montón de cosas que eran realmente gratificantes como ser dueña de mis horas y ser de renta libre en mis días, dando explicaciones solo a la luna y lucir al sol todas las estrellas de mis ojos.
La libertad sabe a menta fresca y a limón a canela en rama; al dulce chocolate amargo, que siempre uno quiere más y no empalaga la saciedad.
Ese marinaje de deseo, tiempo, descanso y desvelo, esa sensación de poder y entrega de todo y nada en un minuto pero sin cárcel ni purgatorio que es el amor con previo aviso.
Si se quiere se puede, si hay respeto no hay barco que no atraque cada noche en puerto y marinero que no tenga amor.
Después de la tormenta como dice Alejandro Sanz siempre llega la calma, pero sin ti empieza mi vida, mi alma. Lástima, no lloviera antes y purificase antes ese corazón que andaba pedido y pensaba que todo era una mala racha.
El camino de la gloria está cerca de el olvido y lejos de ti. Ahora que se
mi destino, no quiero mirar por donde vine, por si me da por buscarte algún día.
Urbana 7.
Mundy, nunca es tarde de hacer nuestra vida la libertad sabe a tantas cosas que no se sabe, pero a veces es necesario probarla para saber a que sabe y a que precio se cotiza el vivir con quien amamos y a que precio se paga el perderlo.
El respeto es la base de toda relación, apostemos por lo que tengamos pero sin renunciar a lo que somos, para amar hay que querernos.
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual

2 comentarios:

  1. Sueño luego existo, intento realizar mis sueños, luego vivo.

    Los sueños no hipotecan el tiempo, más bien todo lo contrario. hacen que el tiempo tenga el valor de la existencia, de sentirse vivo, de disfrutar de cada minuto.

    Vivo hoy, disfruto hoy y sueño para mañana, que los miedo a perder lo que se tiene no impidan disfrutar intensamente el hoy.

    El miedo a perder el hoy, no es lo importante, lo malo es perder la capacidad de soñar y de intentarlos hacer realidad.

    Si se sueña y se tiene fuerza para intentar hacerlos realidad, el mañana será mejor que el hoy, por muy bueno que sea este.

    Y si se tiene un hoy malo, soñando, se tendrá un mañana luminoso y de muchos colores.

    pardiez, lo que ha logrado que escriba tu reflexión, es muy hermosa y real.

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  2. Amén a tu comentario, amiga, amén... por cierto, a dónde llevará ese ríachuelo? A la gloria? Al olvido? Al destino? A otro río aún mayor? Sea donde sea, espero encontrarte al final del camino... o en alguna de sus paradas.

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