200 noches y un día

Durante doscientas noches he soñado a vuestro lado para escribir a la luz del alba los secretos que me contaban vuestras miradas. Esos ojos que despertaban en mía la curiosidad de escribir y relatar lo que callaban vuestras caras prisioneras y cómplices en mi día a día por los rincones de esta alma urbano. Que no es ni no otro que la calle, los rincones bulliciosos, en el trasiego del no parar de estos tiempos tan poco calmados. Dónde nadie conoce a nadie y vivimos cegados a veces ignorando, cuanto hace que no abrazamos a quien amamos…

En este tiempo nunca me había planteado el fin de finales, el adiós como puntos suspensivos, que diferente escribo esta noche me cuesta hacer bromas, Mundy siempre te hablo al final hoy serás comensal de esta cena improvisada…

Hoy refresca hace marea ya se notan los días como se acortan y sale antes la luna en camisón de satén, y yo me pregunto ¿Cómo será vuestro verano?

¿Marcháis corriendo de la ciudad, o disfrutáis de ella cuando solo quedan los bancos vacíos del parque?

Este tiempo estando con vosotros me sirvió para darme cuenta que es cierto ese que escuché que decían “Que hay quien es profeta en tierra ajena,” así me siento, solo aquí con vosotros y vosotras siento como mis letras son queridas.

Gracias por estas doscientas noches y un día sin vosotros urbana7 no existiría o tal vez seguirían mis escritos en la vieja maleta, esperando un tren…

También si soy justa, recuerdo quien me animó a esto, por ti los días son mas claros y contigo a la tormenta no la tengo miedo, si, a ti.

Bueno la noche invita al paseo, a salir vamos ni un minuto hay que perder.

Sea como fuere disfrutar, no penséis que los momentos se cambian como cromos, se pierden y no vuelven jamás.

Un gran besazo para todos aquellos que me leen y que no tienen tiempo de dejar comentario y a los que lo escriben, un saludo urbanos.

Urbana 7.

 

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