domingo, 10 de julio de 2011

Repique de campanas

La noche es el refugio del amor de amantes.
¿A dónde se va ese amor?
Pasará la locura en el día, escape de luz, cielo desnudo de estrellas.
Se viste de tus besos,
de la derrama de tus suspiros.
Ella, tu princesa gitana,
que rasga el aire buscando tu aroma.
Tangible pasión, que demora al tiempo.
Tardará en contar los minutos…
El firmamento le dará cobijo,
en el desvelo de llevarte consigo.
Que repiquen las campanas,
el sol haga horas extras.
Que la luna no lleve prisa en salir.
Será mañana cuando te tenga para mí.
Gitana valiente, no pierde batalla.
Sierva de un rey, de tronío y casta.
Camina descalza, sin miedo, pero un temor le acompaña.
Presumida piensa, si no será tan bella, como las ninfas del alba.
En su palabra escucha la libertad.
Principio activo de su devoción, por ese dios que la hace olvidar los peligros.
Mujer de rompe y rasga que sabe esperar en la retaguardia, el soplido del alma.
Sonríe feliz, pues tiene la concesión del feudo que es el cuerpo alegre del amor de amantes.
Urbana 7.

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1 comentario:

  1. Gitana valiente no pierde batalla, sierva de un rey de tronío y casta... olé y olé! Tus versos suenan como ese repique de campanas, fresco y sonoro llenándolo todo de múisca y de pasión. ¡Bravo!

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