Soledad, que triste soledad los días, si tu no estás.
Mi amigo, mi compañero, forcé la línea que separa mi amistad y el empeño.
No hay consuelo para los sombras ni antídoto para el recuerdo, solo puedo pensar, si en mis horas te tengo.
Eres la esperanza del que sufre de amor, pero no eres mío y nunca lo serás.
Ahora lamento con lágrimas, el llamarte y no oirte hablar.
Amargo chocolate negro, fui imprudente, por mis ansias al quererte...
¿Te perdí?
Urbana 7.
Mundy, gracias a los urbanos y urbanas amplio mi mar con un puerto nuevo:
Si queréis dejar la barca cerca o el correo, mandarlo hasta aquí en una botella.
Un gran abrazo en ese mar que cada noche me mete más adentro, y a los náufragos que leen mis palabras, que uno por la simpatía que me dais y llevo dentro.
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Duros temporales otoñales impiden salir las barcas al mar,
ResponderEliminartalvez tu marinero llore en algun puerto por deseperacion que no amaina el temporal!
I nosotras en l arena turbia entre algas i estillas de viejos naufragios!!!
Cada vez, que te leo, siento cosas distintas, especiales.
ResponderEliminarNoto,,,,que tu mundo,,esta cambiando. Las palabras,,,se enlazan de una forma generosa.
El estilo,,,se esta modificando,,estas,,empezando,otra nueva forma de expresarte.
Creo,,,que detras de esto,,,,hay alguien, maravilloso,que esta atormentado,,,con ,,,,,,?????
Quizas,,,,sea,,,,,,,la vida,,,solo es.
Felicidades,,sigue asi,,,,cada dia,,,mejor.
Si el compalero es leal sabrá permanecer a la vera de tu puerto... no temas, querida Urbana, que a veces lo que parece un naufragio no es más que la llegada a una nueva costa.
ResponderEliminarDesnudo y reluciente
ResponderEliminarcon el forro de piel que Dios te puso
con la elástica ojiva de tus ágiles brazos,
con la tensa ballesta
de tus piernas de bronce,
con los ojos abiertos ante el gélido espejo,
con el alma en los poros
y los poros abiertos...
Arropado en el halo que la luz te regala
y temblando en latidos tu boca entreabierta...
Recibiendo en los dedos del pié postreros
contactos del calor terrestre...
Así te reflejas
ante el techo pulido del mundo marino,
del mundo isotónico, del manto arropante,
del medio amoroso dispuesto a acogerte
y a darte a tu paso el saludo ferviente
de las suaves aguas
que siempre acarician al tacto.
no temas a la soledad,,,,a veces es buena consejera y quizas sea refugio para ti en algunos momentos dulcificando el sabor amargo de ese chocolate que es la vida,,,
ResponderEliminarMe encanta leerte urbana, como siempre. Sigue en esa linea de superacion , de ganas , de amor en definitiva