A veces hay momentos en los que tú propia vida parece un escaparate. Sonreimos cuando en el fondo tenemos ganas de llorar. Y pensamos en el vaso medio lleno o medio vacio.
Cuando echamos el cierre, en el desván de la memoria queda abandonados los deseos que no pudimos alcanzar.
Los dias pasan y restan o suman ilusiones. El tiempo lo pone todo en su sitio. pero antes hay que vivir la vida. No dejar que pasen los dias a voluntad ajena.
Necesitamos muchas veces caernos para aprender, el camino lo decidimos nosotros. El destino a veces es injusto, el objetivo, llegar al lugar que quermos ir.
Propongo hacer un pulso al pesimismo y ver una parte de las horas que vivimos con el entusiamo con el que aprendimos a leer.
Urbana 7.
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Tu destino eres tu misma, aunque te escondas, estare ahi, cerca, mientras quieras tu
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