sábado, 25 de junio de 2011

Muñeca rota

     Muñeca rota corazón cansado de rodar una y otra vez sin saber donde estuviste ayer el mundo es grande y tu pequeña mujer.
     No respondas a quien solo quiere saber el donde y no el como, eres libre aunque te hallan echo de trapos.
     Calla, que nadie te juzgue si vienes si vas si estas con alguien, vive  busca quien te de abrigo, que remiende tu vestido.
     Empieza los días con ilusión que nadie, cierre tus ventanas, todos los días sale el sol, los nublados se los llevan aquellos prejuiciosos que ven en ti solamente a una muñeca rota.
     La soledad se hace tu amiga porque eres buena persona y ella te da lo mejor de si misma, cobijo. Espacio para pensar y olvidarte de las malas rachas, de los jirones del bolsillo, por donde se escapan tus  ya pasadas desilusiones.
     De lo mundano te olvidas tu sola, te pintas los labios del color de las amapolas y con tu pelo moreno te haces un moño, con un pasador de nacar.
     Para salir otra vez orgullosa de haber vencido, a un tropiezo, a una humillación, salir a cualquier parte siempre es hacer camino y tu muñeca. En esta vida con las cosas que tiene el que ofrecerte nunca se camina en torcido, cuando se desea salir de un laberinto.
     Cansada de viajar ya no sabes donde estas ,pero tienes que todos los dias sale el sol, y que la virgen de los colores no te deja sola y por el santo niño del santo prozac, que ninguna mujer es una mujer rota.
     Todas sentimos, el mismo golpe de todas ,todas decimos no, ala vez
     Pero la muñecas se rompen y se pegan las mujeres no somos juguetes un poquito de por favor, y besos como sabana y mantel.
     Mundo querámonos mas y vida, reparte mucho cobijo de la tuya.
     Que la violencia, no sea un juguete del desamor, ¿vale?
     Esta noche me gustaría que hubiese besos, caricias, amor, mundo, para que yo me bajo, para dar abrazos que son gratis.
Urbana 7.
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual

1 comentario:

  1. Guiado por un susurro suave e invisible llegué hasta aquí... y abracé a esa muñeca rota, y la besé con ternura... Lírico, doloroso y aún así, un optimista relato mirando al futuro, superando el pasado. ¡Bravo!

    ResponderEliminar