miércoles, 22 de junio de 2011

Carta anónima

     Podía escuchar el ruido del mar en su susurro en mitad de la noche ,olvidar la rutina, envolverse en sus palabras, sin saber, ignorando un destino, sin querer saber nada mas que el gozo correspondido.
     Leer en el lienzo de su cuerpo, la ilusión para seguir hacia delante, imaginar un encuentro entre las estrellas.
     Mensajes en barcos de papel que naufragan cada noche al decirse adiós, despedías con sabor a un te quiero, agridulce, preso de libertad, que carece de un sentimiento, que se deja escapar sin apenas un aliento, de mil esperanzas pero con realismo, de sueños que anhelan un único y compartido deseo.
     El tiempo y las cosas de la vida les hizo coger trenes distintos, las bicicletas son solo para el verano, la comprensión, lo inevitable, un rompecabezas que encaja a la perfección.
     Pero deseo…el ¿Quién le explica que ya no hay besos?
     Como frenar las ganas de querer, escribir una carta, y tratar una relación especial que navegaba en barco, hacer un naufragio de sentimientos, contener esa pasión ese derroche, esas ganas de amarrar, en el puerto de tu cuerpo.
     Recibo de tus ojos una mirada, que pone sello a una carta que tiene como remite tu nombre, donde tu corazón explica que arde, que lo racional es mundano.
     Cuantos caminos hasta llegar a un beso, los deseos existen para intentar realizarlos.
     La felicidad no  tiene que ser un reto sino un estilo de vida…
     Ais que cosas tiene la vida, pero para atrás nunca ni para coger impulso, solo si merece la pena, lo que se recupere, a veces nos dejamos por el camino detalles que nos harían la vida aun mas grata, nunca se sabe.
El remitente, añora, lo que a perdido, prefiere olvidar, negarse a si mismo que esta bien.
     Cierra el sobre, pero escribe, te he echado de menos, se queda en el aire esa carta anónima.
     ¿Hubo amor? No, cariño, si. Locura, que crecía en secano y se hundía en la humedad de sus besos, besos largos pausados.
     Bueno mundo, me puse tierna, el leer a Federico Moccia, el libro es Perdona si te llamo Amor. Es una historia que parece imposible, una chica de 17 encandila a un hombre de 37. Tiene como escenario Roma. Tiene una lectura actual, trata el tema con los mismos prejuicios de hoy en día. Es realista pero romántico, sin ser un genero de princesita y príncipe azul.
     Ais como cambia el cuento, y que halla hombres que piensen que es imposible con la diferencia de edad ser feliz, por la virgen de los colores, el que nunca se moja…
     Vale me influyo, mucho el libro, aun así el amor no tiene edad.
     Mundo sin caerme de esta nube, déjame un rato, que hoy me quedo un rato a ver las estrellas luego mas tarde me bajo en la próxima.
     Ais que cosas tiene esta vida loca y el despertar a la realidad que los sueños y deseos solo son proyecciones de las ilusiones.

     Carta dedicada a las pasiones anónimas

Urbana 7.
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1 comentario:

  1. me gustan las cosas que escribes, denotan una profundidad, una sentimento, una pasion.....
    sigue asi

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