Amiga mía

Amiga mía:

Me gustaría poder regalarte una cesta de besos y un puñado de buenos momentos. El tiempo, la distancia, fueron el alimento para el olvido, pero quiero dejar nuestra amistad, como algo grande que vivido. Me niego que la confidencia y el cariño dado se quede prendido del recuerdo.

Te deseo, que tu nuevo camino, no tenga piedras porque me dolería no ser quien te recoja si caes. Ya sabes que era la sangre en tu herida, la primera en llegar. Que con risas y un café pasábamos los malos chaparrones…

Que la vida nos dedicaba. Que los días que nos quedan por vivir, los depare el destino.

Yo…   Quiero correr el riesgo y ser feliz.

Apostar por un futuro que no sea ingrato, como el mejor bolero, que siempre es recordado, aunque pase el tiempo. Y tener memoria para almacenar los

Buenos ratos que me quedan por vivir.

Suerte te deseo en el azar y en la vida las cartas se dan pero hay que saber jugar la partida.

Ay mundo, que cosas tiene la vida, olvidar es un verbo complicado y el recuerdo una maleta pesada, me quedo con el vagón de los momentos…

Urbana 7.

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