sábado, 25 de junio de 2011

Infancia perdida

     Jardín de infancia con suelo de asfalto se suben al caballo, sin saber, andar, apenas correr. Almuerzo y merienda de chocolate. Juegan a la media luna al escondite, salen corriendo, duelo con navajas, marcan pánico en las calles. ¿Son niños? Que de juguetes rotos, horas envasadas al vacío. Vidas truncadas por destacar en la selva del porfío. Valentía del eufórico, camino del poder del nada.
     Quedan sus vidas en tinieblas, caen en telas de araña, y a oscuras como callejones inhóspitos los corazones ajados de sus padres, que dieron sus vidas por ellos y sin ellos se niegan a seguir viviendo.
     Levantar la cabeza para aguantar el peso en sus frentes, seguir luchando contra ese enemigo llamado droga y que bota en cada lado latente.
     Un mañana en el que todo este en su sitio, los camellos únicamente en el zoo, el caballo en la montaña, el chocolate en las pastelerías, el alcohol en los estands de Las farmacias, y el tabaco, para las pipas de los capitanes de barco, en los museos.
     Y la chavalería disfrutando del amplio crisol de oportunidades que da la vida.
Hoy puede ser el hijo de otro mañana puedes ser tu hijo, tu nieto, ayuda.
Ais el mundo hay que tomárselo a traguitos pequeños y no atragantarse, las prisas son malas, a buchitos pequeños para que sienten bien cada nueva emoción.
La libertad es dulce los sinsabores, son irremediables pero si se pueden esquivar y decir NO.
     Que cosas tiene la vida, la mejor droga es el amor. La alegría, una sonrisa. Hoy vida estoy triste, damos importancia a cosas que no las tienen y dejamos de mirar a un lado y tenemos a un puñado de gente menuda enganchados a esta pesadilla, menudo, asignatura pendiente tiene el mundo, bueno esperemos que para septiembre mas de uno recupere. Bueno mundo para aquí que me bajo y voy camino a casa andando, que hace una bonita noche.
Urbana 7.
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual

No hay comentarios:

Publicar un comentario