Desde mi ventana

Desde mi ventana:

Observo que parecemos sacados de la serie cuéntame, se come en las playas de tartera, sólo el cafecito en los chiringuitos.

Mayor afluencia en mercadillos, maridos con cara de resignación, eso si móviles de ultima generación y aglomeraciones en los hipermercados.

Las grandes ciudades se quedan solas para uso y disfrute de los famosos Rodríguez y las garcías. Para famosas juergas y quedadas que ayudan en septiembre con la vuelta al trabajo y la rutina. Ahora nadie piensa en septiembre, ja ja, pero, los de los bancos, si tienen memoria.

Pero paz y amor… aun queda tiempo para ponerse moreno e ir al trabajo bronceado, ser la envidia de la oficina. Aunque algunos vuelven quemados y no es del sol. El tener que soportar a su pareja 15 días les resulta más agotador que ver todas las ediciones de gran hermano. También veo como los abuelos pasean con sus novietas, que dulzura.

Y por cierto nanos, me refiero a mis vecinos, para daros un beso, no me deis esos sustos, hay mejores sitios.

Aun así, hay que pasarlo bien con crisis y sin ella. El Verano no solo es para los ricos.

Esas siestas, la sangría, las verbenas y como las lagartijas un ratito al sol.

Aunque yo prefiero el norte, para pasar el verano, la lonja, los atunes que tesoros del mar. La frescura de sus valles y montañas. Ay ¡Que vida de crisis! Otro año que me quedo en casita. Sin comer bonito del norte, y anchoas de San Vicente de la Barquera.

Para los que podáis salir pasarlo muy bien.

Urbana 7.

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