Vivir en el tiempo de la espera en el desconcierto del díscolo y mundano destino.
Mientras llueve fuera tiñendo el cielo de un gris plomizo, mis fuerzas se caen en la tirolina sin la esperanza de volver a sonreír.
La decadencia fustiga las ganas de tirar de un carro que sus ruedas son las insistentes ilusiones puestas en mí.
Mis ojos hacen el ademán de provocar la sonrisa a quién apresa mi mano y meció mi cuna.
Urbanos urbanas no soy de acero y cuando las nubes negras entran en mi enmudecen mis palabras, y sinceramente se que escampará pero de momento desde mi sillón de orejas miraré por el ventanal como muere la lluvia contra el duro asfalto. Y suspirare acariciando el paso de la lluvia.
Urbana7
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