. Fríos pasillos con habitaciones sin cortinas, hoteles de indefinida estancia…
Suspiros que solos saben el alba y los cafés de la máquina de un triste hospital donde solo el amor arropa aunque no alcanza.
Nudos en la garganta por no poder decir te quiero, los te quiero que no se ahogan al salir al mundo porque navegan en el universo paralelo de la soledad compartida.
La rabia que te propinan la ignorancia del que habla afirmando a fe cierta y pone en duda la salud del que ignora si verá la luz o ya no tendrá más mediodía y horas sueltas.
Impotencia por no poder comprar las horas y poner un reloj atrasado para echar la vista atrás y jugar a su lado.
Se rompen los cristales estalla, la paciencia y rebosa un alma que pide clemencia.
No hay lágrimas esta noche todos duermen pero en ese hostal no se vende lo que un alma quiere de fuera. Urbana7.
Por las personas que sufren en silencio y combaten con la vida en el hotel más caro de la vida. Espero que no tenga que ver más amaneceres a través de una cristalera esperando un alta… la salud es el tesoro más grande que poseemos.
Llorar no te hace mas persona y tampoco quita valor.
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