El buen tiempo ya empezaba a despertar pero ajeno a mi morada que viaja solo en pensamientos. Las marquesinas están a rebosar y el murmullo de la gente invade la ciudad. Unas calles que invernaron sin darme cuenta porque yo aún no había venido, ahora despiertan y yo sigo dormida.
Me alegra ver como se llenan los parques que el frío había chapado, pero falta lo importante el campo sin flores no es primavera y necesito despertar en un valle que forre con margaritas las laderas.
Comerme el postre al sol del mediodía y que dore mi piel sin abrasar mi melancolía…
Salir a tomar el aire que me habla de mis sueños y susurra a mi oído que cuenta conmigo la vida.
Urbana7.
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