Sentada en el columpio de tus piernas, ondeando la bandera pirata en el galeón hundido, reía al descaro de la victoria.
En tu pecho partían los delirios buscando las sombras y tus brazos eran los remos de la concordia.
El deseo asaltó la madrugada pidiendo paz para las horas de fatiga salto la chipa y surgió el celo. Reinó la confusión pero ganó la astucia, se rindió a sus pies la inteligencia y brindó a la aurora su destino.
No saco provisiones ni la hermosura fuera de su planta su saber decir ahora no abrió las puertas y ventanas que la fría escarcha había quitado esperanza.
Admirando despierta la luna se quedó ilusionada pero no volvieron a cruzarse las miradas.
Mundy, todas las grandes historias de amor no tienen buen final o al menos no la querida por un publico que pide lo que no tiene… grandes éxitos como “Doctor Civago” “Lo que el viento se llevo” titánic “pero la realidad supera la ficción y hay grandes historias de amor anónimas de toda una vida como la de nuestros padres. Urbana7.
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