sábado, 11 de febrero de 2012

Lecturas para un corazón en paro.

Tuvo que ver la soledad para hallar en las palabras de nostalgia su refugio, si no hubiera visto la ausencia de palabras bellas no se abría sentado a leer libros que nunca hubiera leído. Fue un cristal roto donde miró su rostro arrancando del espejo el retrato que no conocía ni por viejo ni raído. Con el tiempo se perdió el rumbo, saliendo las mil pestes de un cielo con demonios rodando en las noches la soledad de su alma.
Negaba amarla, sabía que ya no volaría más en sus auroras pasaba las horas ignorando que en los versos de amor le dejó su legado. No sabrán nunca lo que se amaron, serán el atrezo de todos los sueños que dieron por acabados. Urbana7.


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