Siempre entro con una queja debajo del portátil pero hoy haré una alabanza al buen hacer del sistema sanitario. Muchas veces menciono que la en la vida hay que subir y bajar escalones pero yo me los bajé todos de seguido, con la consecuencia de un percance. Desde el primer momento la atención de la doctora de cabecera fue sublime y se prolongo en los servicios de urgencias.
Todo quedó en un susto, pero en tiempos de crisis y recortes la profesionalidad y la coordinación me dejó contenta. Aquellos que piensen que nuestros médicos son de saldo están confundidos hay buena gente que aunque indignada por el inconforme salario en su trabajo no se refleja, que dure por mucho tiempo esa buena actitud. Cierto es que pasé la tarde allí pero era muy peculiar todos ya sabíamos donde íbamos y portábamos nuestro libro de lectura.
Pero sinceramente a mi los hospitales no me gustan ni para trabajar, aunque nunca se sabe siempre se superan los traumas ,como ver sangre y no marearse.
Mi querido Mundy, está el panorama para dar gracias por lo que hoy por hoy conservamos, no somos conscientes cuando esperamos en una sala del esfuerzo que se hace para que “todos” podamos tener asistencia sanitaria.
Concluyo recordando que estamos bajo siete grados bajo cero, que nos tenemos que cuidar con las pastillas más eficaces y económicas como las frutas y hortalizas de la madre tierra. Urbana 7.
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