El querer para siempre, en un yo también anodino, frío y poco convincente… abrió las puertas a un adiós que tú pedías con ganas y ella dijo con fuerza.
No quiebres al olvido, ni tu arriesgues más tu cielo que cada noche te arropa…
Si hay un momento para pensar hay muchos para continuar pensando que cuando se rompe el sentimiento es el corazón un cuadrilátero y las vidas un saco de boxeo.
Si no importa cuando se sufre y puede más el orgullo no se hallará paz mirando un campo de trigo… ya no se hace pan ni hay molienda con tanto dolor.
Tres cosas nos definen y no podemos ocultar la alegría, la angustia y el amor… saltan a la vista del más ciego y se escucha en el timbre del viejo ruiseñor.
Se puede intentar poner toldos a unos ojos con rodetes ojerosos o dibujar una sonrisa sostenerla con almidón pero no se ve el mundo del mismo color, lo negro es negro y lo blanco hace daño de lo que reluce…
Se escucha música y saltan del pentagrama las corcheas y las fusas para descolocar la melodía, se escucha canto de grillos somos incapaces de bailar el vals, odiamos lo querido y aborrecemos los olores que tanto quisimos…
Palabras más palabras menos, cuando son a deshoras no cambia nada solo son letras encadenadas que salen del orgullo o de no saber amar al silencio.
Urbana 7.
Mundy, cuantas horas sueltas y silencios que hablan por si mismos, ya empieza el momento no me digas adiós odio ese suspiro, recuérdame siempre o espérame tan firme e impermeable como a los falsos amores que la vida tiene. No te rindas ante la adversidad el que quiera leer siempre tendrá palabras urbanas y un corazón al que llegar, en verso o lírica las “cosas que tiene la vida”…
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