sábado, 29 de octubre de 2011

Llueve en el puerto

Llueve y cuesta tan poco llorar como añorar al marinero el barco hundido.
Llueve salpicando los recuerdos en una anónima tarde donde hacen ancla los fantasmas…
Anochece y se percibe el encuentro de cuerpos y almas de hombres y sueños.
Salen de la brújula a los cuatro tiempos los vientos de levante soplando con desaire, salpicándolos de misterio en una noche ánimas que regresan a puerto.
Tambaleándose las notas de un saxofón en una encarnizada marea que luchan los gigantes con las redes pesqueras…
Hay luces en el puerto de una fonda de marineros, candiles y aguardiente para el descanso que ya es eterno, viajes a ninguna parte que siempre seguirán durmiendo. Entre lo divino y lo humano unos rezan y otros hacen conjuro ya no sobra minuto para el olvido.
Puerto sin muelle, barco sin timón flores para los vivos y ron en caña para un corazón herido. Voces que solo el aire escucha y solo puede oír el viento, razones para añorar un tesoro y el camino inexplicable hacia la verdad del cofre maldito llamado tempestad…
Rutas ocultas, mapas que nunca se sabrá porque se cambio la ruta y porque se fueron las musas a otra ciudad… Sarcasmos fuera de sitio que solo ocultan la ansiedad, de no ver a las sirenas en libertad, pescadores heridos de tanto mar lleno de hostilidad, cacofonías de un llanto tan salado como la mar…
Urbana 7.
Mundy, ver llover en el puerto hace ser pirata en una noche mágica como fantasmagórica, donde se emulaba a las ánimas con velas en las ventanas.
Y se podía escuchar la melodía más dulce de un saxofón, no pedí más a la noche, no estaba sola, ya lo tenía todo.
Un saludo y divertiros, siempre con vosotros Urbana7.
Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual

No hay comentarios:

Publicar un comentario