Que alegría que ilusión otra vez abren las puertas las tiendas de TODO A 60 CENTIMOS, los antiguos veinte duros, (que mala es la edad) ja, ja, ja, ja.
Cansada de parecer que vivía en las calles de barrios asiáticos ahora podré gastar como antes y comprar sabiendo que pago lo mismo.
Pensé ¿me he colado en el cuéntame? No para nada, se paga en “leuros” pero me cobra una mujer que escucha “Radiolé” me quede doblemente alucinando…
Imagino que a nadie importa mi descubrimiento pero para mi es todo una alegría y para mis locos bajitos más. Ahora dar un caprichito a un nano me sale más barato y ver sonreír al hijo ajeno es lo más divertido eso y que no te den las malas noches a ti. Pero todo esto diréis luego que diatriba más, que sarcástica si, porque esto solo es un aperitivo, si gustan: de entrantes recortes sanitarios, de primer plato, ¿disposición para pagar impuestos? Y de segundo algo ligerito, una propuesta a postre con incentivar a quienes nunca se ponen malos y en muchos años prescindieron y no usan hoy por hoy la sanidad publica ,pero que a su vez pagan religiosamente. Tranquilos hay lavado de estómago gratis y una segunda opción hacerse autónomo, ja ja ja.
En tiempos de crisis donde el centro médico, me da los buenos días con un listado en la puerta de lo que cuesta cada paso que doy… así no es forma de empezar el día. Que eso siempre se supo y fui consciente de ello ¿acaso regalaban resonancias con las Galletas María? ¿o quien se hacía radiografías por gusto? El problema no era nuestro saberlo o no saberlo, hay quienes se comieron las galletas ajenas y mandaron comerse los ticket de compra.
Pero se que la gestión fue buena solo que hay malos reponedores, mucho abuso a la hora de pesarlas, las de recetas que se mandaban de a quien no tenía dientes para morderlas…
Y también soy justa que no nos pongan donde podamos mojar que hacemos tarta de galletas, entre todos unos porque nos creíamos que no pasaba nada, otros porque nos tuvieron engañados con un ¡no hay crisis! Pero sabemos que si queremos podemos mirar para otro lado, ahora ya es tarde para estrategias y asustar a un pueblo que necesita estructurar su conciencia para poder obrar en calidad de beneficio. Estamos seguros de que necesitamos un cambio, pero acaso después de unas promesas ¿vendrá la calma...?
¿Hasta donde podremos pagar en impuestos para dar la cara a esos recortes? Es un dilema y la mayor causa de discrepancia en las muchas sobremesas de este país.
Quiero hacer constancia de una DUDA que ahora me surge ¿No sería interesante saber cuanto cuesta la estancia en el “Hotel Barrotes”?
¿Acaso también no lo pagamos todos durante toda la vida para no ir?
Como suflé de limón ácido y cargadito que pongan si no los hay ya un listín con los gastos y si ya los hay comunicármelo, porfa, soy una ignorante de la vida.
Y hoy día de la hispanidad como sorbete con mucho cava un brindis por aquellos y aquellas que se merecen una calle (pero recordemos estamos en crisis del ladrillo) que menos o un contenedor de vidrio con su nombre por no hacer gasto a la seguridad social. Gracias que España no hizo acopio y modelo a los americanos en esto sino estaríamos peor que en las películas de Berlanga en la “baquilla”. Pero aún así, fuera sarcasmos, chín chín, salud a esta ronda yo invito. Si, es cava y de tapa un pintxo de bacalao acaso ¿no es la gastronomía lo que nos une mejor?
Alrededor de una buena mesa olvidamos todo y hablamos con calma primero una cosa luego otra, por las charlas en familia después de comer y los cafés con amigos por eso no tenemos que olvidar que nos diferencia lo que nos atrae. Bueno… que saco mi lado humano y me quitaréis el titulo de la limones...
Un beso y que se sepa que aquí en este pedacito de tierra quiero ver crecer todo lo que queda por venir. Feliz día de la hispanidad y a ese ejército que “nadie quiere ir “pero hay quien cumple y se desloma por los demás.
No soy tan negativa, solo que las verdades que todos ven, yo… me recreo mucho…
Pero desde el respeto, y la educación nunca olvido que si vivo en democracia es gracias a que antes muchos de los que leen esto, estuvieron calladas por miedo y vergüenza, por ello gracias, ahora es muy fácil escribir y hablar de todo pero no por ello el silencio ayudan a mejorar nada…
No quería dejar pasar este último apunte, lo mío no son los colores, al igual que ni soy de números ni letras yo como dicho muchas veces “maltrato la palabra “.
Pero vosotros osados y osadas me leéis gracias por ello.
Ah hay cosas que siguen siendo gratis la sonrisa, un beso, un abrazo pero de los de verdad con cariño como dice el pasodoble, ya sabéis que todos fuimos de boda alguna vez, ja ja.
Urbana 7.
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