Vacaciones

Durante meses las personas, siguen un patrón, unas conductas, viven ceñidos a unas normas... Llega el tiempo estival y hay quien   por olvidar, trata de aliviar sus “cargas” de la forma más ruin, lo peor sus acciones tienen efecto numeran. Los hijos hacen lo que ven a los padres…

Planifican las vacaciones contando en muchos casos que el hotel deje entrar a sus mascotas, incluso buscan guarderías cercanas, conducta responsable si se tiene un animal domestico. Pero que distinta moral si reflexionamos un poco con esos ancianos con problemas de dependencia, demencia senil, alzeimer, problemas cardiacos etc… Con ellos algunos hijos, no generalizo, quieren vivir en un ocio permanente porque son sus vacaciones y por ello dan descanso a sus valores éticos y morales, dejándose en el armario con los abrigos la dignidad.

Puede parecer difícil de comprender pero se dan estos casos, cada vez son mas el número de familiares que llevan a urgencias a sus mayores y los dejan allí, a la mano “el buen hacer de el sistema sanitario” al cuál luego acusan de no querer atenderlos en muchas ocasiones si no se les ingresa. Vergonzoso pero cierto urbanos. Cuando se van de veraneo se dan prioridad a otras obligaciones y son como objetivo principal echar el cierre a las responsabilidades.

Aunque hay quien tiene doble moral, también somos muchos los que queremos a nuestros padres y su salud es nuestra alegría.

Y como cite al principio lo que vemos en casa a veces, no siempre se hace, muchas veces adoptamos los valores éticos relativos y la moral relajada de una conducta que hemos visto. Para lo bueno y lo malo. Pero ante todo somos seres libres y con un corazón que siente de manera distinta y lo importante, Mundy, en esta vida es hacer lo que sientes, no lo que veas.

Pero cierto es que las vacaciones de algunos son indefinidas y su responsabilidad con sus mayores son nulas e inexistentes, responsabilizan al sistema. Lástima no nos damos cuenta que el reloj pasa y el tiempo nos atrapara a todos y nadie es autosuficiente llegado a una edad…

Pero para recoger hay que sembrar hay personas que siempre pensaron que su juventud sería eterna y no se acordaron de que los hijos no llaman para venir al mundo. Son muchos matices a tener en cuenta no se puede hablar a la ligera, pero mi indignación es por esos “aprovechados” que lo único que hacen es provocar tristeza muchas veces a quienes tantas noches pasaron en vela por ellos.

Benditos mascotas, ellos se merece las herencias desde luego en muchos casos.

Urbana 7.

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