11S

En el exilio forzoso de un atentado imaginaba como sería esas tardes sin mí.

Las alambradas rozaban el cielo, quitando de mis noches los sueños y en el día fueron nubes de polvo ladronas de mis te quieros…

Rugoso y opaco pensamiento bailaba con un recuerdo…

El de tantas veces que esperé colgada de un teléfono y solo sonó la fúnebre voz de un enemigo sin uniforme ni bandera.

Mi vida pasó al baúl de los momentos, al fondo de una jungla de cristal del coloso en llamas, de una cripta maldita que ardía en carros de fuego por un pensamiento que no comprendía tanto lamento.

Se volatizaron mis ganas por vivir, apenas recuerdo si lloré…

La brújula del destino marcó con desaire el fracaso de sobrevivir; me llevó a tocar el firmamento haciéndose de noche en el ala de un pájaro que no voló más.

Los últimos suspiros cayeron a la tierra en manto de lava. Hoy no hay torres ni minaretes para verte, solo una claraboya donde escribo con la tinta de unas venas amoratadas elásticas que saben imprimir un sentimiento de justicia, pero no saben pedir perdón.

Urbana 7.

MUNDY, yo tenía veinte años, veía la uno, cuando no podía dar crédito a tal dispendio. Me disponía a salir para las clases como todos los días a esas horas, la cara de mis padres era de preocupación y asombro yo no sabía que pasaba pero me daba mas miedo pensar que podía pasar si esa “guerra” sin escudos ni banderas se expandía por nuestro país y desafortunadamente el once de de marzo fue como un flash para mi.

Supe lo que ocurría cuando con mis compañeros mayores que yo hablamos del tema y el profesor con familia fuera del país empezó hablar por el teléfono angustiado. En lo sucesivo me di cuenta que traería serias consecuencias, se había atentado contra una potencia, un símbolo y un pueblo que era el marco de las libertades. Empezaba una guillotina, una hormigonera y vomitiva franja televisiva que solo vendería la carnaza más fácil y sensacionalista ;promocionando un odio que solo ayudaría a una barbarie sin razón .hoy con diez años más, veo que se mató al cabecilla pero no por ello cesó la muerte y la ignorancia.

Hacerse mayor es difícil y entender de política es complicado yo prefiero pensar como hoy escribiría una mujer enamorada a su chico, que enfangarme con temas que nunca sabré. Soy tan ignorante que tendría que tener siete vidas como los gatos para saber descifrar lo que dicen nuestro queridos mandatarios.

Pero hoy mando una flor por cada sonrisa que se fugó un once de septiembre del 2001, por todas las velas de los cumpleaños que no se soplaron y un abrazo por las familias que hoy no se juntan a comer barbacoa en el porche de sus casas. También recordar que quien sobrevivió puede contar y ser testigo de un cambio y una nueva América.

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